Una saudade, color azabache y tan infinita... Regalo de Yemayá, nostalgia dulce, pero suave, un pesar, al fin y al cabo, agridulce, y muy suave.
Latest Entries »
日が出ると眠れない目がまた希望が。。。
平成23年
Este haiku, que es el primero que hago en años, sería más o menos así:
Al salir el sol,
mis ojos ya sin sueño
vuelven a la fe…
(Abril 2011)
Detesto a veces cuando se nubla todo.
No veo nada, el cielo esta mudo.
Ciego.
Ajeno.
Desde que son las doce
de las universales emociones.
El ente sube a la azotea
y el recorrido ya se inició.
El café es buen amigo.
El cigarrillo entre días
es buen sahumerio.
Sin embargo,la noche es misterio…
¡Pero una médium!
¡Nada como la médium!
Para comprenderla.
La sacerdotisa…
¡Entonces tráemela!
¡Quiero hablar con Ishtar!
¡Sé el vehículo hasta ella!
¡Pronto, que saldrá el Sol!
¡Que de Venus sólo quedará
el lucero del amanecer…!
¡Y no llegaré a ver la Luna
si no estás para llevarme!
¡Mi nave sideral,
llévame en tu útero, Ishtar!
…De la bruma del amanecer
hasta la bruma de los sueños,
morir un poco en tus brazos
y vivir un poco también, Ishtar…
(Roberto Cuba. 15/03/2011)
La tímida pero rebosante dama del amanecer
me guía con sus rosados dedos hasta mi cama
después de haber recorrido la noche en busca de carne,
glaseada en alcohol y quemada en las brasas.
Sé que no todas las noches son así de deliciosas.
Pero me gusta recordar cómo mueren todas:
Con una alfombra monocroma en el suelo
como si una fisgona espiara el final de mi vigilia.
Pero volteo y la miro, y me desnudo en mis ideas
después de haber recorrido la ciudad, la entidad,
que dormida vive más de lo que uno piensa
y no se sabe con qué relato arrullará tu andar.
Ojalá todas las noches fueran deliciosas,
mortalmente divinas, sensuales, brillantes…
Pero no me quejo de vivir explorando baldosas
y sahumando con café las letras ambulantes.
(Roberto Cuba. 15/03/2011)
Vive en la pose, en las formas, en el éxito, pero eso nunca será vida si no existe al menos un gramo de verdad en tus lágrimas.
Seré acaso un iluso tonto
o por lo menos un pobre demente,
pero con asomar a mi mirada
es que tú me purificas de pronto
y me siento de esta culpa inocente.
Sé que no debería y no puedo,
no te tengo derecho a más nada.
¡Por Dios! Y la noche que está tan fresca…
Al extrañarte inquieto quedo,
evito, huyo, voy en retirada.
Tan lejos como tus pasos te llevan,
callada vas negando lo que gritas
con tus lágrimas, que morirse ruegan
en feliz comunión con las mías.
Tan cerca y así de fuerte te extraño
y otro amanecer con el consuelo
bendito, aunque, sé me hace daño,
que de tu mano emprenda el vuelo…
DESPERTANDO
Creí soñar una vez con una melodia interminable,
con un canto mudo de tanta alegria,
que de repente en tristeza se torno.
Y al creer que navegaria en ese arroyo imperdonable,
de corazon nulo y mirada marchita,
fue cuando tu voz me despertó.
El trueno de mi mirar lo tradujiste en tus ojos,
el eco grave de mi corazon trinó en tu sonrisa.
Y una pregunta, inocente como inevitable:
«¿Te desperté?»
Que es algo que no sabré resolver,
porque cuando me despertaste
sé que renaciste tu también.
Porque escucharte «estás despertándome»,
me suena a «despierto contigo otra vez».
Porque solo despierto viendote a los ojos.
Que son todo, mi unico amanecer.
NO SOY QUIEN
Roberto Cuba, 2010
EGOÍSMO / ME AVENTURO A EXTRAÑARTE
Miro tu rostro más bello que nunca.
Y no podría mentirte
si alguna vez pudiera decirte,
frente a frente, que
extraño tu mirada
severamente dulce.
Deseo, como cuando recuerdo
tu gesto torcido ante mis travesuras
y tu censora voz de conciencia,
como ninguna, creo, se quiebran
cuando tus ojos te traicionan
y se visten de rojo rubor
como pidiendo perdón
por incurrir en el vicio
de haber querido
a un insano como yo.
Ojalá pudiera haberte
contestado sin manías,
sin más sueños que
los que a diario me prodigabas,
los mismos con que me arrullabas
sin fin durante tantos días.
Ojalá pudiera haberte
adorado como al sol
poniente en mi horizonte,
como a mi meta final,
mi sueño total.
No tengo derecho ya a reclamarte.
No. Y si aún se me fuera la vida
creo que ya es vano pensar, diría,
y que no hay otro remedio
que soñarte.
Tan sólo veo tu imagen en una foto
y es la misma de todos los días.
Y no sé que sería, desde hace poco,
que siento el atroz castigo
de haberte hecho ir.
Una lágrima muda es lo único,
la medida de este oasis de recuerdos.
Ya he sido muy canalla en dejarte,
y no soy menos, al estar lejos,
por palpar mi egoísmo
de tan sólo mencionarte.
Me aventuro a extrañarte.
Te veo tan linda y tan triste,
y así miro tu rostro en esa foto,
y diré que ya no más… y otra vez más…
Roberto Cuba
01/08/2010
PD.-Yo también tengo un corazón, aunque lo maltrate y maltrate el tuyo.